Los objetivos de este trabajo fueron, determinar la prevalencia de bruxismo en niños preescolares de colegios privados de AsunciónParaguay utilizando un cuestionario de autocumplimiento aplicado a los padres, en una muestra de 432 niños. Con un estudio de casos y controles se estableció la asociación entre el bruxismo y las características Psicomotoras antes y durante el sueño. Con la inspección clínica se determinó la presencia y el grado de asociación de los dolores de cabeza, dolores musculares (Maseteros –Temporales) y desgastes dentarios. La prevalencia fue de 41% siendo el bruxismo nocturno el más prevalente 38%, siendo altamente significativo los resultados con respecto a “movimiento durante el sueño” p< 0,000001, “sueño interrumpido” p= 0,0001,”dificultad para iniciar el sueño”p= 0,001. El signo con mayor asociación fue el desgaste dentario de grado 1 y 2 en dientes anteriores y posteriores, siendo el más significativo el de grado 2 en el sector anterior, p<0,000001 y en posterior, p= 0,00001. Los otros síntomas mencionados no demostraron relación de significancia con el bruxismo, ni relación con el biotipo facial.
Palabras clave: síntoma, bruxismo, psicomotoras, biotipo facial, desgaste dentario.
The objectives of this research were to determine the prevalence of bruxism, the asociation between bruxism and the psicomotors characteristics before during and after sleep, and the asociation between bruxism and sign and symptoms in 432 preschool children of private schools of Asunción Paraguay.
A questionaire was given to the parents to determine the prevalence of bruxism and the psicomotors cahracteristics of the children and a clinical examination was perform to find the association between bruxism and its sign and symptoms.
The prevalence of bruxism was of 41%, 38% during sleep. No associations were found between the psicomotors characteristics during the day and bruxism, a strong association was found between bruxism and “movement during sleep” p< 0,000001 “interruted sleep” p= 0,0001 “dificulty to fall asleep” p= 0,001. the sign with stronger associaton was teeth ware grade 2 it the anterior section p<0,000001 and in the posterior section p= 0,00001, the other sign and symptoms studied didn´t show any statistical significant results.
Key words: symptom, bruxism, psychomotor, biotype facial, tooth wear
El bruxismo es el rechinamiento o frotación no funcional de dientes, que se caracteriza por el contacto forzado y rítmico de las superficies oclusales, con movimiento mandibular que puede ocurrir en vigilia o durante el sueño (1) , caracterizado por patrones rítmicos de actividad electromagnética (EMG) muscular (2) y sonidos audibles que usualmente no son reproducibles durante el estado consciente. Puede ser diagnosticado por la presencia de signos y síntomas y por interrogatorio al paciente o sus padres, a pesar de que muchas veces éstos no son conscientes del hecho.
La falta de un patrón uniforme de criterios para el diagnóstico del bruxismo infantil da como consecuencia una gran variación en la prevalencia, 5% a 88% (3,4) según el método de diagnóstico utilizado y la faja etaria considerada, lo que dificulta el establecimiento de datos comparativos. Kuchs en un estudio de 358 niños de edad entre 5 y 6 años encontró bruxismo en un 13% con la interrogación a los padres, sin embargo un 15% adicional con pruebas clínicas (5). Lo preocupante es que el hábito está aumentando en niños cada vez más pequeños, en un trabajo de prevalencia de bruxismo nocturno excéntrico en niños de 2 a 11 años se encontró una frecuencia de 43,4% a los 2 y 3 años y 52%
de 4 a 7 años (6).El hábito del bruxismo, que es considerado como una parafunción en adultos, es interpretado por algunos autores como un mecanismo de adaptación fisiológica en la dentición temporaria y dentición mixta (7). Por este motivo, la literatura científica revela pocos estudios que incluyan el bruxismo en la edad preescolar o niños con dentición temporaria; la mayor parte se refiere al adulto o al adolescente joven. La faja
etaria de 5 y 6 años está muy sometida al estrés, expresión de una sociedad competitiva que los presiona actualmente a aprendizajes muy exigentes en los jardines parvularios, por este motivo se consideró para el presente trabajo a los niños preescolares.
La etiología del bruxismo es atribuida a factores locales, sistémicos, hereditarios, siendo el factor psíquico o emocional y el factor oclusal las entidades etiológicas consideradas desencadenantes del bruxismo en adultos (8). La literatura reporta trabajos que asocian la ansiedad y el bruxismo en niños (9,10) así como las parasomías en niños con bruxismo como factor de riesgo (11,12).
Los principales signos y síntomas del bruxismo son: el desgaste dentario, el dolor muscular, afecciones de la articulación témporomandibular y las cefaleas (13). La gravedad de los signos y síntomas dependen de la frecuencia e intensidad, de la edad del paciente y de la antigüedad del hábito. Son más comunes en la población joven. Es interesante notar que pocos niños se quejan de tales problemas por la inmadurez del sistema neurológico lo que da una capacidad de adaptación, la incidencia del dolor de cabeza va en aumento con la edad, así como el desgaste en los dientes permanentes, como lo revela el estudio realizado por EgemarkEricsson en niños de 7 a 15 años (14). Entre todos es el desgaste dentario el que se ha reportado como uno de los signos más confiable del bruxismo. El mayor reporte fue de 90% de niños bruxómanos que tenían facetas de desgaste en una muestra de 6 a 12 años siendo más comunes en los dientes anteriores (15).
Debido a que en el Paraguay no se cuenta con estudios publicados sobre el bruxismo en niños, se realizó el presente estudio descriptivo de corte trasverso donde se determinó la prevalencia de bruxismo en pre-escolares de 5 y 6 años de algunos colegios privados de Asunción de nivel socio-económico medio Con un diseño analítico de casos y controles se estableció la posible asociación entre las características sicomotoras antes y durante el sueño del niño no bruxómano y del bruxómano, así como el significado de la presencia de signos y síntomas. El propósito a partir de los resultados es ayudar al profesional a reconocer y manejar factores de riesgo y determinar cuándo intervenir para interrumpir el hábito evitando el deterioro progresivo e irreversible que ocasiona el bruxismo.
Para la selección de los colegios se realizó un muestreo por conveniencia, de una lista de 176 colegios privados de Asunción registrados en el Ministerio de educación y Cultura fueron seleccionadas 20 (11,3%) instituciones considerando que los alumnos pertenecían a familias de nivel socio económico medio y medio elevado, .En los colegios que respondieron afirmativamente nueve instituciones (45%), fueron tomados como muestra los alumnos cuyos padres decidieron voluntariamente contestar el cuestionario, el nivel educativo garantizaba que los padres tengan el conocimiento para interpretar y responder el cuestionario.
Fueron incluidos en el estudio los niños de 5 y 6 años de ambos sexos que cursaban el preescolar en colegios privados en la ciudad de Asunción en el año lectivo 2004, que poseían dentición temporaria completa o en fase inicial de recambio, sin grandes destrucciones por caries, con una oclusión normal y cuyos padres firmaron el consentimiento para participar del estudio, previa autorización de los directivos de la institución académica.
La muestra total reclutada fue de 434 niños, 14% del total de niños matriculados en preescolar en colegios privados de Asunción que es de 3104 alumnos (434/3104). El 58% (434 de 752) fue el porcentaje de devolución de las encuestas y las autorizaciones para la inspección clínica.
Para la medición de las variables, bruxómano o no bruxómano y características psicomotoras, según la percepción de los padres, se utilizó un cuestionario pre-codificado de auto cumplimiento, no anónimo. Las variables fueron agrupadas en:
Características psicomotoras antes y durante el sueño:
Para la medición de las características clínicas, se realizó una inspección individual a cada niño en el local del colegio, el mismo estuvo a cargo de profesionales odontólogos preparados y entrenados para la tarea, la inspección fue realizada sin ningún instrumental odontológico. Las características clínicas o sea los signos y síntomas considerados fueron:
El procedimiento de la recolección de datos clínicos fue teniendo en cuenta las siguientes definiciones operacionales:
TENDENCIA A BIOTIPO FACIAL: Se mide la tendencia del crecimiento de la cara, para estimar esto se utiliza el ángulo formado por el plano mandibular y el plano de Franfort, representados por una regla de 30 cm.
Aplicada al borde inferior del cuerpo de la mandíbula y otra regla igual uniendo el trago con el ponto suborbitario. La convergencia de los planos (clínicamente de ambas reglas) se produce en el punto que proyectado queda a la altura de la protuberancia occipital externa (tendencia a mesocefálico). Si la inclinación mandibular es exagerada o sea que los planos convergen en un punto situado por detrás del pabellón del oído se puede estimar que el patrón de crecimiento es más hacia abajo y hacia atrás (tendencia a dólicocefalico).Si por el contrario los planos no se unen o lo hacen más allá de la protuberancia occipital tendremos una tendencia a braquicefálico (17). Todo esto es registrado en la ficha clínica precodificada.
Para el cálculo del tamaño de la muestra para la prevalencia del bruxismo se tuvo en cuenta estudios anteriores en niños de 5 y 6 años (6, 7) con una proporción esperada de 14% para un universo de 3.104 niños matriculados en preescolar en colegios privados en el 2004. La amplitud considerada fue de 7, para un Intervalo de confianza del 95%. El número mínimo fue 337 niños a ser reclutado para este estudio (Epi Info 2004).
Para el cálculo del tamaño de la muestra para la prevalencia del bruxismo se tuvo en cuenta estudios anteriores en niños de 5 y 6 años (6, 7) con una proporción esperada de 14% para un universo de 3.104 niños matriculados en preescolar en colegios privados en el 2004. La amplitud considerada fue de 7, para un Intervalo de confianza del 95%. El número mínimo fue 337 niños a ser reclutado para este estudio (Epi Info 2004).
Para el procesamiento y análisis de los datos se utilizó el paquete informático Epi Info para estadística descriptiva, como distribución de frecuencia de todas las variables. Para medir la asociación de las variables de interés, se utilizó la tabla de contingencia de 2 X 2 (Chi cuadrado); se consideró una p<0,05 para el nivel de significancia. Para comparar el grado de desgaste dentario anterior y posterior en relación al bruxismo, como medida de asociación se utilizó la prevalencia relativa.
La prevalencia de bruxismo en niños preescolares de 5 y 6 años de colegios privados de Asunción fue de 41% (177/434), no se encontró asociación entre sexo y bruxismo (p = 0,11; prueba Chi cuadrado) (tabla 1).
De los bruxómanos el 38% (165/432) manifestaba el bruxismo a la noche durante el sueño y el 4,6% (20/432) lo realizaba de día, solo el 1,6% (7/432) lo presentaba de día y de noche, según la percepción de los padres.
Teniendo en cuenta la frecuencia de bruxismo por colegios que participaron en el estudio, los que presentaron mayor prevalencia (> 40%), fueron aquellos cuyos alumnos pertenecían a un nivel socio económico medio elevado (mensualidad = > 100 dólares) (p = 0,01).
En el estudio de las características psicomotoras antes y durante el sueño, se encontró que el bruxismo se asociaba significativamente a las 3 características estudiadas siendo “el movimiento del niño durante el sueño” la que mostró un valor aumentado con respecto a las otras (tabla 2).
En el análisis de los datos correspondiente a los síntomas más comunes del bruxismo, no se encontró diferencia entre bruxómanos y no bruxómanos con respecto al dolor de cabeza (16% y 11%; NS; prueba Chi cuadrado), dolor a la palpación del músculo masetero (12% y 13% NS ), dolor a la palpación del músculo temporal (7% y 10%).
Considerando el signo desgaste dentario, del total de la población estudiada el 81% presentó algún desgaste dentario (350/434), siendo el desgaste de los dientes anteriores el más prevalente 81% (343/434). (gráfico 1).
Al comparar la presencia de desgaste dentario anterior en relación al bruxismo se encontró asociación altamente significativa; la prevalencia relativa de bruxismo en los de grado 1 fue = 1,2 (Ic 95% 1,02 -2,35); p 0,004; prueba Chi cuadrado, en los de Grado 2 fue 2,06 (Ic 95% 2,55 2,73); p<0,000001. (gráfico 2).En cuanto a la relación del desgaste dentario posterior y el bruxismo, también se encontró asociación significativa en ambos grados, siendo la prevalencia relativa en los de grado uno igual a 1,41 (1,12-1,79); p 0,04; prueba Chi cuadrado y en los de grado dos igual a 4,49 (2,09-9,63); p 0,00001; prueba Chi cuadrado. (gráfico 3).
En el estudio de las tres tendencias de crecimiento facial hacia un biotipo: braquicefálico, mesocefálico, dólicocefalico predominaron los mesocefálicos (54% para el grupo bruxómano, 50 % para el no bruxómano). Al relacionarla con el bruxismo no se encontró asociación con ninguna de ellas p= 0,57.
La prevalencia del bruxismo en niños de 5 y 6 años fue de 41% y coincide con otros estudios realizados en los últimos 10 años, García1 (1995) observó una prevalencia de 40, 06% en preescolares de 3 a 6 años, Nobre Dos Santos (1998) mostró una prevalencia de 35,5 en niños de 4 y 5 años, este mismo trabajo demostró mayor prevalencia de bruxismo en dentición temporaria comparada con la dentición mixta y permanente en niños de 2 a 11 años. Haciendo un análisis retrospectivo de la prevalencia de bruxismo en niños, en décadas anteriores los resultados obtenidos por varios investigadores no pasaron el 16%, (LINVIST, 1972 15%; Kuchs 1975, 13%; Molina 1983, 16%) lo que nos induce a pensar en la probabilidad que el aumento de la prevalencia pueda deberse al cambio en el estilo de vida de los niños de una época y otra. Este hábito está aumentando en niños cada vez más pequeños en países industrializados y en grupos sociales emergentes como expresión de una sociedad competitiva. (18).
La mayor prevalencia encontramos en el bruxismo nocturno (38%), cercana a lo referido por Dos Santos (28,7%) (6). La relación significativa del bruxismo con las características psicomotoras, antes y durante el sueño tales como: dificultad para iniciar el sueño, sueño interrumpido, se mueve mucho en sueño (OR = 2,47, 2,57, 4,57 respectivamente) podría compararse indirectamente, a lo referido en otros estudios donde el bruxismo nocturno se asoció con parasomías como calambres musculares, enuresis, cólicos, babeos y hablar en sueño (11) y con el ronquido habitual (12) ya que todas ellas influyen en la calidad del sueño.
Analizando los síntomas, la mayoría de los trabajo coinciden que éstos son más frecuentes en la población joven que en la infantil (19), es interesante notar que pocos niños se quejan de problemas musculares, articulares o cefaleas y que los mismos asociados al bruxismo van aumentando con la edad (Farsi, 2003) (20). Nuestros resultados no encontraron diferencia de los síntomas dolor de cabeza y dolores de los músculos Maseteros y temporales entre niños bruxómanos y no bruxómanos.
Es de destacar la asociación significativa del bruxismo y el grado de desgaste dentario hallado en este estudio, siendo el desgaste de grado dos (desgaste en dentina) en dientes anteriores y especialmente en posteriores los predominantes en niños bruxómanos PR 2,06 (IC 2,55,2,73) y PR 4,49 (2,09-9,63) respectivamente, lo que nos indica la magnitud de la fuerza realizada en ésta parafunción y el poder de deterioro del sistema si la misma continúa a lo largo
de la vida del niño. El grado de desgaste en los dientes temporarios y su relación con el bruxismo tiene gran importancia diagnóstica pues no debemos olvidar que los dientes de leche están preparados para cierto desgaste considerado fisiológico, lo que responde al alto porcentaje (81%) de niños con este signo que hallamos en nuestro estudio, con predominancia de desgaste en los dientes anteriores. La situación cambia cuando son considerados los dientes permanentes, por otro lado para que se establezcan patrones no funcionales de desgaste depende de la persistencia, la duración y la intensidad del hábito.
Todo lo expuesto y la alta prevalencia nos lleva a valorar la importancia del diagnóstico precoz del bruxismo en dentición temporaria asociando las características sicomotoras del niño y los signos y síntomas clínicos, por el daño irreparable que se puede producir en los dientes y en las estructuras de soporte antes de que los padres sean conscientes del problema.
La aplicación de terapias y consejos preventivos para interrumpir el hábito deben comenzar cada vez más temprano, la AMERICAN ACADEMY OF PEDIATRIC DENTISTRY (1996) (21), recomienda considerar el bruxismo recién en edad escolar (6-12 años) lo que consideramos es ya una edad tardía por la naturaleza de los niños bruxómanos y el estilo de vida del niño del siglo XXI. El bruxismo como expresión de un estrés físico, psíquico y social debe ser detectado por el odontopediatra y tomado como un signo de alerta para el desarrollo psicológico del niño y el equilibrio del sistema estomatognatico.
Recibido: 12-08-2010
Aceptado: 08-10-2010
Correspondencia: clinicakegler@gmail.com